Sin embargo, hubo tres actos colombianos que dejaron claro que el boom de la música colombiana en el mundo es muchos más que una moda, es un paradigma sonoro, diverso y completamente real: Crew Peligrosos, Ondatrópica y Bomba Estéreo:
Los madafunkies de Medayork coronaron una tarde soleada en el 222 con sorpresas e invitados. Gallos ganadores, un MC Mexicano y toda la fuerza de la calle latina en una tarima que catapultó el Escenario Tigo. Crew Peligrosos están cambiando las formas de hablarle a la gente en clave rap y el público está respondiendo.
Ondatrópica es una orquesta que reúne todo lo bueno de la escena colombiana. Raíces, mujeres fuertes, innovación rítmica, experimentaciones en medio del folklor y dos grandes padrinos de nuestros sonidos: Will Holland y Mario Galeano. El himno que todos coreamos fue “Bogotá”, esa oda a la bella, avasallante y lluviosa capital de Colombia.
Bomba Estéreo es un himno nacional. Es el cóndor colombiano que ha sobrepasado los aires de nuestro continente y se convirtió en un ícono global. Li Saumet y Simón Mejía tuvieron una sus primeras grandes experiencias en vivo en 2010 cuando Un Mundo Distinto apenas veía la luz. Ocho años después de mostraron ser un headliner de altura con un público rendido a sus talentos y un set cargado de hits coreados y bailados hasta el hartazgo.
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