Dignificar, proteger e incluir, Boyacá ya tiene política de salud mental
Incrementar la red de prestadores en salud mental en primer y segundo nivel de atención; implementar la psiquiatría infantil; acabar con la discriminación y estigma hacia las personas con enfermedad mental e integrar a varios frentes en torno a la convivencia y promoción en salud mental, fueron algunas de las propuestas de los boyacenses para la construcción de la Política Pública, que hará su lanzamiento el próximo 3 de abril, a partir de las 7:30 a.m., en el auditorio de la Arquidiócesis de Tunja.
Así lo dio a conocer el referente de Convivencia Social y Salud Mental de la Secretaría de Salud, Martín Orlando Barrera Cobos, quien indicó que es vital contar con la comunidad, para que participe más en estos procesos y sean los voceros de sus necesidades.
“Son muchas las problemáticas que preocupan como tomar conciencia y ver la importancia que tiene la comunidad en la integración y en la inclusión de personas que tienen algún trastorno mental; integrar varios frentes en el abordaje de la convivencia y promoción en salud mental, consumo de sustancias psicoactivas y personas que tienen trastornos mentales; y trabajar con la familia, como eje de la construcción de la salud mental de la población”, manifestó Barrera.
Agregó que, por esta razón, el lema ‘dignificar, proteger e incluir, salud mental, principio y fin de la equidad y el desarrollo humano’, invita a renovar la responsabilidad garantista que como Estado y sociedad civil se tiene frente a las condiciones de vulnerabilidad social, económica, cultural y de atención en salud, de todos aquellos que ven amenazada su salud mental, manteniendo sanos a los sanos y atendiendo oportunamente a los enfermos.
En materia de oferta, Boyacá cuenta con 254 consultorios de psicología y 33 de psiquiatría, (con 9 psiquiatras para todo el departamento), el 80% de ellos concentrados en las ciudades de Tunja, Duitama y Sogamoso, municipios que representan un 50% de la demanda total de servicios de salud mental de la región.
Frente al consumo de drogas y alcohol, un estudio en escolares del año 2008, reportó que en Boyacá, el 0.5% de jóvenes en edad escolar había consumido alguna vez en su vida drogas ilícitas y para el 2013 dicho consumo creció cinco veces, alcanzando el 2,5%; situación similar a la que ocurre en el estudio en escolares del año 2016 en donde se incrementó tres veces, cálculo que equivale a 21.965 niños, niñas y adolescentes, de los cuales hasta un 76% podría continuar con un consumo habitual, si persisten las condiciones de riesgo.
Se destaca en este último estudio, el incremento del uso de drogas y alcohol en las mujeres, con edades de inicio para alcohol de 13 años.
Boyacá tiene uno de los más altos consumos de alcohol en Colombia, con 49,2% de los jóvenes de 18 a 24 años; seguido por el 45,4% de personas entre 25 a 34 años; datos que son muestra de una cultura que está normalizando el consumo habitual y problemático de alcohol desde edades tempranas, con un dato aún más preocupante: son los padres de familia quienes incentivan la embriaguez infantil.
El 90% de los jóvenes que están con una medida de aseguramiento tienen problemas de consumo de drogas y muchos de ellos infringieron la ley bajo efectos de las drogas o durante la venta y comercialización de estupefacientes.
La ocurrencia de delitos, contravenciones, riñas, accidentes de tránsito, violencia intrafamiliar, homicidios y suicidio, entre otros, tienen asociación en un 70% del promedio de los casos, con el consumo previo o concurrente de una droga o alcohol.
Con este panorama departamental frente a salud mental y consumo de sustancias psicoactivas, es clave hacer un llamado a las alcaldías para buscar nuevas fuentes de financiación y desarrollo de proyectos en prevención y promoción de la salud mental, que articule diferentes estrategias y capacidades institucionales.
Además, se requiere incentivar en empresa privada la aplicación de recursos de responsabilidad social en programas, proyectos que promuevan y protejan la salud mental de manera especial, programas como hogares y empleos protegidos para personas con trastorno mental grave o uso de drogas, que conservan habilidades básicas de autocuidado y competencias psicosociales.
Así mismo conformar el Consejo Departamental de Salud Mental para el seguimiento y evaluación de estas dos políticas, que esté articulado con el Comité Departamental de Drogas.
Para el lanzamiento de la Política de Salud Mental y la Política Integral de Prevención y Atención al consumo de Sustancias Psicoactivas, se espera contar con la presencia de instituciones, academia, autoridades departamentales y municipales y comunidad general, este 3 de abril, desde las 7:30 de la mañana, hasta las 12 del día, en el auditorio Curia Arzobispal - Carrera 2 Nº 59 – 390, Tunja, con el fin de construir el plan de acción.
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